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DevOps es en parte una filosofía cultural, en parte un conjunto de prácticas recomendadas para acortar el ciclo de vida del desarrollo de software y en parte un kit de herramientas, y describe un conocido enfoque para la entrega continua de software de alta calidad. DevOps es un acrónimo formado con las palabras desarrollo y operaciones (development and operations, en inglés) que describe una forma de trabajar diferente, en la que estas dos funciones colaboran más estrechamente que en entornos heredados, lo que les permite ofrecer aplicaciones y servicios a gran velocidad y mejorar la estabilidad a largo plazo de las aplicaciones tras su implementación.
En este artículo, analizaremos los pormenores del funcionamiento de DevOps y las numerosas ventajas que puede ofrecer a tu organización.
DevOps aúna bajo una misma bandera varias formas de abordar el proceso de desarrollo de software con las herramientas necesarias para combinar funcionalmente el desarrollo y las operaciones. El movimiento, que se inició en torno a 2007 aunque el término DevOps en sí no se acuñaría hasta 2009, se diseñó para suavizar el entorno, a menudo combativo, en el que los desarrolladores producían código con el apoyo a regañadientes de los equipos de operaciones. Al fusionar estas funciones en un único proceso continuo, DevOps pretende que ambas sean más colaborativas y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de los productos y la satisfacción del cliente.
DevOps integra y automatiza el trabajo de los equipos de desarrollo y operaciones a lo largo de todo el ciclo de vida de las aplicaciones. Los equipos de DevOps trabajan como un grupo cohesionado y colaboran para garantizar que no solo entreguen el software a tiempo, sino que este permanezca operativo a largo plazo. A través de los principios de integración continua (CI) y entrega continua (CD), el ciclo de vida del software se convierte en un bucle que se retroalimenta a sí mismo. Más adelante en el artículo profundizaremos en los detalles del ciclo de vida de DevOps.
De las muchas ventajas que presenta la adopción de las prácticas de DevOps, estas son quizás las más notables:
Podría decirse que la ventaja más evidente de la adopción de DevOps es la aceleración del ciclo de desarrollo. Dado que el desarrollo y las operaciones dejan de encontrarse aisladas, los equipos no pierden tanto tiempo al llevar el software a la implementación, ya que el mismo grupo lo gestiona todo. La entrega continua también significa que las actualizaciones se realizan de forma rápida y periódica, sin retrasos prolongados.
Puesto que los equipos de operaciones colaboran con los desarrolladores al principio del proceso de desarrollo, pueden identificar y solucionar los problemas con mayor rapidez. Una vez más, los principios de integración y entrega continuas significan que los equipos pueden detectar problemas persistentes con rapidez e implementar nuevas funciones de manera eficiente.
Uno de los objetivos de DevOps es reducir la naturaleza antagónica de unos equipos de desarrollo y operaciones independientes. Compartir responsabilidades ayuda a los equipos a operar como una unidad cohesionada, mejora la moral general y crea un mejor entorno de trabajo. Por ello, los equipos no solo son más felices, sino también más eficientes.
La seguridad es un componente tan esencial en DevOps que hasta se ha sugerido una iteración de DevOps, conocida como DevSecOps, en la que se incorpora la seguridad y se coordina con los equipos de desarrollo y operaciones. Unas políticas de DevOps elaboradas correctamente ayudan a los equipos a integrar desde el principio la gestión del cumplimiento, la autenticación y la configuración en el proceso de producción.
El ciclo de vida de DevOps se divide normalmente en seis u ocho fases que se retroalimentan entre sí en un bucle infinito. Funciona de la siguiente manera.
Al igual que con la práctica de desarrollo de software tradicional, esta fase incluye proponer ideas estratégicas y enfoques para el software que se está desarrollando. En DevOps, sin embargo, en el descubrimiento no solo participan los desarrolladores de software, sino también los equipos de operaciones. Esta colaboración puede dar lugar a productos más creativos e innovadores.
Con un enfoque iterativo, los miembros del equipo de DevOps dividen un proyecto grande en componentes más pequeños. Seguidamente, utilizan software de gestión de proyectos para planificar cómo llevar a cabo el desarrollo y así poder completar el proyecto a tiempo y sin salirse del presupuesto.
El trabajo sucio. El código se escribe teniendo en mente la fiabilidad, la seguridad y la escalabilidad desde el principio. La integración continua permite que varios desarrolladores puedan trabajar en el mismo proyecto de forma simultánea, lo que a su vez significa que la fase de creación de un ciclo de desarrollo de DevOps suele ser muy corta.
Este es otro aspecto de la integración continua, con pruebas automatizadas del código a medida que los desarrolladores lo proporcionan. Dado que las pruebas se llevan a cabo durante el ciclo de desarrollo, las aplicaciones terminadas suelen ser más fiables que si se hubiera seguido el desarrollo tradicional.
La otra cara de la integración continua es la implementación continua. Este proceso significa que no se publica una única versión del software y se deja de lado el asunto. En lugar de ello, los equipos de DevOps pueden aplicar nuevas funciones a las aplicaciones a un ritmo constante. Puedes ser testigo de esta filosofía en el mundo real si observas la frecuencia con la que se actualizan tus aplicaciones móviles favoritas.
En esta fase, los equipos de operaciones se ponen a trabajar y se ocupan de que las aplicaciones estén disponibles y funcionen según lo esperado, utilizan las herramientas necesarias para mantener la infraestructura de tecnología de la información (TI) que impulsa la aplicación y detectan errores a medida que surgen.
Otro principio básico de DevOps es la retroalimentación continua. Los equipos de DevOps supervisan constantemente el rendimiento de sus aplicaciones, asegurándose de que funcionen como se espera y con el tiempo de actividad deseado. Con cada versión, los equipos de DevOps recopilan métricas sobre el rendimiento de la aplicación. A continuación, usan esta información para mejorar el proceso, lo que devuelve al equipo a la fase de descubrimiento para volver a empezar el ciclo.
Como ilustra su ciclo de vida, DevOps es fundamentalmente un cambio cultural y no solo un conjunto de herramientas. Estos son algunos de los valores básicos que definen una cultura de DevOps que funciona.
Con el desmantelamiento de los silos, la clásica estrategia de buscar culpas para los problemas es mucho menos frecuente. Los equipos de desarrollo y operaciones comparten tanto los éxitos como los fracasos de todo lo que publican.
En lugar de separar el desarrollo y las operaciones en dos fases independientes, DevOps destaca la importancia de la mejora continua, donde se publican constantemente pequeños cambios y actualizaciones.
Como se ha comentado, los equipos de DevOps evitan con firmeza la búsqueda de culpas por los errores. Más bien al contrario, tratan los incidentes que surgen como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, en lugar de como un motivo de castigo para quien cometiera el error.
Cualquier equipo de software puede empezar a aplicar DevOps con el apoyo adecuado y una planificación específica. Estas son algunas de las prácticas recomendadas que siguen los equipos de DevOps exitosos.
Todo empieza por la cultura. Equipos que antes iban por separado deben aprender a trabajar juntos y a asumir la responsabilidad de un proyecto de software de principio a fin. En muchos entornos de DevOps nuevos, esto significa ubicar físicamente a los desarrolladores y los equipos de operaciones los unos junto a los otros.
La integración y la entrega continuas se gestionan a través de flujos. Estos flujos son sistemas automatizados que ayudan a los equipos a crear, probar e implementar aplicaciones con mayor rapidez. Un flujo CI/CD bien diseñado mejorará la rapidez de entrega y la calidad del producto.
La automatización es fundamental para la rapidez de DevOps. El flujo de CI/CD utiliza la automatización para orquestar la totalidad de una versión de software, incluidas las actividades posteriores a su publicación. Al desvincularlos de actividades manuales de poco valor, los desarrolladores tienen libertad para trabajar en el aspecto más creativo del desarrollo, mientras que los equipos de operaciones pueden desempeñar un papel más estratégico en la producción.
La supervisión no solo se realiza después de publicar una aplicación, sino que se supervisa todo el ciclo de vida del desarrollo para que los equipos puedan buscar áreas que mejorar. La supervisión y el conocimiento de la situación permiten a los equipos responder rápidamente si el rendimiento comienza a deteriorarse o si los clientes no están satisfechos con una versión reciente del producto. Las herramientas de DevOps a menudo permiten reversiones rápidas en el caso de que una aplicación no funcione como se esperaba.
Aunque DevOps es una forma de vida (y de trabajo), cuenta con el apoyo de herramientas en todas las etapas de su ciclo de vida. Entre ellas se incluyen las siguientes:
Herramientas como Git, Bitbucket y Azure Repos ayudan a los equipos de DevOps en el control de versiones y el seguimiento de los cambios a lo largo del ciclo de vida del desarrollo de software.
Con herramientas como Jenkins o CircleCI, los equipos de DevOps pueden aplicar prácticas de integración continua, mientras que una solución como Spinnaker hace posible una entrega/implementación continua. Estas herramientas permiten la integración fluida de cambios en el código a medida que los desarrolladores los entregan y la rápida implementación de nuevas versiones de código en la producción.
Docker y Kubernetes son algunas de las herramientas más populares para empaquetar e implementar aplicaciones junto con sus dependencias. (Estas unidades ordenadas se denominan contenedores). Kubernetes es una herramienta fundamental de DevOps que automatiza la forma en que se publican y escalan los contenedores, lo que incluye el equilibrio de carga y otras funciones complejas.
Ansible, Puppet y Chef se utilizan habitualmente para gestionar la forma de configurar el software en varios entornos, lo que mejora la coherencia y optimiza la implementación.
Diversas herramientas, como Dynatrace, Prometheus y Loki, ayudan a los equipos a vigilar las aplicaciones y los errores que se generan después de su implementación sobre el terreno.
Una infraestructura escalable, segura e integrada resulta esencial para respaldar el éxito de las iniciativas empresariales de IA. Al combinar plataformas tecnológicas flexibles con medidas de seguridad sólidas y flujos de trabajo optimizados, las organizaciones pueden embarcarse en la experimentación ágil, así como optimizar la implementación de modelos y gestionarlos de forma eficaz. En última instancia, esto fomenta la innovación, mejora la eficiencia operativa y ayuda a mantener el cumplimiento.
La integración y la entrega continuas son el método de desarrollo más elemental de DevOps. Otras metodologías que reflejan elementos clave de los principios de DevOps son las siguientes:
El uso de la infraestructura como código, donde la infraestructura de TI se aprovisiona mediante datos codificados en lugar de una configuración manual. Esto permite a los desarrolladores codificar cómo se aloja el software mediante programación, lo que mejora la calidad y la coherencia.
El uso de microservicios, donde las aplicaciones grandes se dividen en servicios pequeños, con un acoplamiento débil que se pueden contenedorizar y desarrollar de forma independiente.
La gestión de la configuración, donde las herramientas de automatización ayudan a garantizar que los parámetros del servidor sean apropiados e idénticos de una máquina a otra.
Agile es una filosofía de desarrollo que requiere que los equipos trabajen juntos en ciclos de trabajo breves llamados sprints. DevOps y Agile son complementarios, y la mayoría de los equipos de DevOps también utilizan metodologías Agile durante el proceso de programación. Una forma de representar la diferencia entre ambos es que Agile se centra en la etapa de desarrollo, mientras que DevOps extiende las ideas de Agile a todo el ciclo de vida de la producción de software.
No todos los puestos de DevOps requieren conocimientos avanzados de programación, pero la mayoría de los profesionales tienen experiencia escribiendo código. La creciente capacidad de los equipos para usar las herramientas de IA está abriendo oportunidades de trabajo en los equipos de DevOps para trabajadores más noveles. Sin embargo, el conocimiento y la experiencia de buenos principios de programación siempre serán valiosos en un entorno de DevOps.
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